LA ENERGÍA INTERNA
Psic. José Manuel Bezanilla PhD.
La energía interna sigue a la mente (HEI).
Dentro de la práctica de las Artes Marciales, uno de
los elementos centrales, lo constituye el dominio y control de la energía
interna, ya que es a partir de esto que se puede generar un poder real más allá
del físico. En muchos sistemas marciales, esto no se enseña hasta los niveles
más avanzados si es que el practicante está bajo la tutela de un Maestro; ya
que cuando se entrena con un instructor que apenas ha ganado sus primeros
grados, este se enfocará en el desarrollo de las habilidades físicas; no siendo
esto despreciable, ya que es la base de todo el entrenamiento, pero esto solo
es un paso en el camino de la construcción del guerrero y desarrollo de la
consciencia.
En los sistemas de pelea “MODERNOS”, se ha dado gran
importancia al desarrollo de la potencia física y muscular; dejando de lado
toda formación mental, filosófica e incluso espiritual; no pienso que los
intensos entrenamientos no fortalezcan la mente; pero el enfoque y sentido del
trabajo es diferente al de las “ARTES MARCIALES”.
Por otro lado, el Wing Chun desde sus principios más
básicos está diseñado para enseñar a los estudiantes a mover, manejar y
reorientar su energía interna desde el primer día cuando comienza a
transmitirse la forma SIU NIM TAO. Para posteriormente comenzar la práctica del
CHI SAO (manos pegajosas).
La práctica del CHI SAO es la siguiente etapa en la
que se continúa con el entrenamiento del manejo de la energía interna, donde
comienzan a aplicarse las técnicas aprendidas previamente, así como a
profundizar sobre los conceptos taoístas.
Con base en la premisa inicial “La energía interna sigue a la mente”; es fundamental para
conseguirlo que el practicante aprenda a conducir y disciplinar su mente, siendo
esto posible solo mediante una relajación consciente y no mediante la fuerza
muscular; a partir del desarrollo consciente de la intención; situación que se
puede aprender, pero de ninguna manera se puede forzar.
Por medio de la práctica del Wing Chun, el estudiante
aprenderá a manejar su energía interna mediante el uso de su intención y no de
su fuerza o capacidad muscular, es por esto que mediante el desarrollo del CHI
SAO, debe trabajarse con la intención hacia el frente y no con la fuerza (muscular).
Para conseguir el uso de la intención proyectándola
hacia el frente, solo es necesario pensar en ella y tenerla lista; siendo como
cuando se quiere caminar en alguna dirección; uno solo se dirige a ese lugar
sin ejercer ninguna presión o tensión física; uno solo piensa en ello y el
cuerpo responde.
Una de las claves más importantes para el desarrollo
de la energía interna (HEI) mediante el empleo de la intención, es a partir del
adecuado empleo de la relajación, manteniendo una intención de avanzar hacia el
frente en cuanto se perciba la más mínima oportunidad, lo que no será posible
si el cuerpo se mantiene tenso; conservando el potencial de energía listo para
ser liberado.
Es mediante el adecuado uso de la relajación, que se
podrá manejar libremente el movimiento de la Energía Interna (HEI) por todo el
cuerpo, desarrollando de esta forma una profunda y verdadera potencia de
combate; pudiendo proyectar esta energía en cualquier dirección cuando sea
necesario.
El CHI SAO es un laboratorio, un espacio lúdico que
permite la práctica y experimentación del flujo y manejo del HEI; mediante el
sostenimiento, crecimiento y liberación de esta; permitiendo que, cuando se realiza
de manera adecuada, los practicantes entren en estados meditativos cómo a los
que se puede acceder cuando se realiza SIU NIM TAO con estos fines.
REFERENCIA:
Belanoha, W. (2006) “The
Wing Chun Compendium Volume 1” Blue Snake Books; Berkeley, California.